“Las motos grandes y su imponente rugido no son sinónimo de agresividad, como ocasionalmente perciben las personas; es todo lo contrario, somos una gran familia rodante a la que nos genera mucha satisfacción cuando la gente en los pueblos expresa su admiración por nuestras potentes motocicletas”.

La reflexión es de Fredy Díaz Guerrero, quien pertenece al grupo de unos 20 moteros llamado ‘Nómadas’, y promueve la divertida cultura convertida en pasión, de rodar en motocicletas de alto cilindraje por las vías intermunicipales, y eventualmente por las carreteras interdepartamentales de Colombia.
Están muy bien organizados, con normas internas puntuales sobre aspectos que sean influyentes para hacer de esta dinámica, el mejor y más familiar pasatiempo.
A ‘Nómadas’ lo integran moteros de Bocagrande, Castillogrande, El Laguito, Manga, Las Ramblas y la Zona Norte; también de El Socorro, San Fernando, Los Corales y otros sectores, de manera que el grupo está descentralizado.

ASOMBRAR, UNA CONDICIÓN
Por regla sus motos deben ser impresionantes, especialmente su potencia, y por lo tanto el cilindraje de sus rugientes motores es de 500 centímetros cúbicos en adelante, para desarrollar velocidades variables entre los 120 y 270 kilómetros por hora (km/h).
Sobre esto Fredy aclara que todos los moteros de su grupo pilotean “a velocidades respetuosas de la seguridad propia y la de los demás”, dependiendo de las posibilidades y libertades que brinden las vías por donde estén rodando, y el imponente sonido de estas motos no debe asustar a la gente como a veces ocurre.
“Descubrir los límites que logran estas motos y lo que ellas le pueden brindar a su piloto, genera grandes sensaciones, somos una cultura rodante que guarda respeto por las motos y las exhibimos para complacer nuestra pasión por este hobby, mientras compartimos en amistad para crear familiaridad. Eso produce ego y da mucho orgullo”, agrega Díaz Guerrero.
Explica Fredy que en todos los departamentos de Colombia hay moteros de alto cilindraje. “Con ellos nos ponemos de acuerdo para hacer largas rutas, y es tanta la pasión que se genera en torno a estas motocicletas, que aunque no los conozcamos, compartimos de manera familiar, y ahí todos aprendemos de todos, y nos corregimos el uno al otro; todos somos amigos así apenas nos empecemos a conocer”.

SOLICITUD AL DISTRITO
La prohibición del parrillero para ciertas zonas de Cartagena afecta a los moteros,  especialmente en lo relacionado con el colegaje de otras ciudades, que busca encuentros con ellos en esta capital.
Esos cofrades entonces están evitando venir a Cartagena, pues muchos de ellos viajan con sus mujeres.
Lo moteros de ‘Nómadas’ quieren de la Administración Distrital una excepción con ellos, los moteros, para seguir difundiendo sin restricciones su sana cultura sobre las ruedas de sus potentes motos.

EN RUTA

  • Nómadas se conformó hace 4 años, pero no es el único grupo de moteros que existe en Cartagena, pues existen aproximadamente cuatro o cinco de estas cofradías rodantes, como ‘Motoclub Alto Cilindraje’, ‘Los Lobos’, entre otras
  • La idea del grupo es promover las rodadas en motocicletas de alto cilindraje en aquellas personas que mantienen reprimida o escondida esta pasión, por el tema de la inseguridad y por estar solos.
  • Hacen sus rodadas los jueves desde las 7 de la noche, por las carreteras intermunicipales del norte de Bolívar, lo que ellos llaman “hacer rutas internas para reunirnos e integrarnos”, pero igualmente planean rodadas largas por las vías nacionales, cada dos o tres meses.
  • Mientras ruedan recurren a movimientos, señas y maniobras convencionales entre ellos, que les advierte sobre obstáculos, riesgos y novedades que surgen adelante, donde siempre van en punta los mas experimentados para sortearlos.